lunes, 21 de octubre de 2013

GRAVITY


GRAVITY, o esa película que lo cuenta todo y a su vez nada. Todo: la película elabora indirectamente la idea de que no somos más que hormigas, que en cuanto nos vemos en la soledad del universo (y nunca mejor dicho) lo último que queremos es vernos solos ante la vida. Nada: el guion está basado en la capacidad de los efectos especiales para ofrecer 90 minutos de entretenimiento audiovisual al espectador. Todos sabemos que si salimos de las muchas capas que rodean la Tierra nos encontramos con lo que ya hemos leído en libros o visto en televisión, o películas no tan actuales, pero no por ello de menos importancia: 2001: Odisea en el espacio (Stanley Kubrick 1968), película sin la cual Gravity, probablemente no sería lo que es. Sin embargo, no son muchas las películas sobre el espacio que se hayan llevado a la gran pantalla y que puedan entenderse como “creíbles”, como es el caso del que hablamos.

En Gravity, se nos ofrece un banquete visual en el que dos personajes se ven en las dificultades que cualquier astronauta podría encontrarse ahí fuera. La doctora Ryan Stone, encarnizada por Sandra Bullock toma el papel protagonista, siendo ella la que desencadena todo el caos inicial al no obedecer por pocos segundos las órdenes de su compañero de viaje, Matt Kowalsky (George Clooney). Pese a ello, le hiciera o no le hiciera caso, la situación en la que se encontraban en el momento de la destrucción de la base iba a ser algo peliaguda. Tras el desastre inicial, Ryan lucha por aferrarse a algo que la mantenga con vida, combatiendo la gravedad y la soledad del universo. Acostumbrada a ver a Bullock en papeles totalmente distintos al que esta película representa, me ha parecido de las mejores interpretaciones de su carrera, capaz de conseguir que el público forme parte de sus respiraciones.

Cuando terminó la película me quedé durante gran parte de los créditos ensimismada, tratando de memorizar los nombres del director de fotografía o el encargado de los efectos especiales a la vez que recordaba una y otra vez la escena final. Si tuviera que resaltar una parte de la película sería el momento en el que Ryan Stone se ve en las dificultades de controlar los distintos ordenadores para tratar de manejar la que posiblemente sea la máquina que la mantenga con vida. En ese momento, hay una puntual referencia a George Mèliés, cuya famosa luna con un proyectil en el ojo aparece pegada a una de las paredes de la nave. Esa escena se convirtió en una de las más famosas de la historia del cine, por lo que recomiendo que le echéis un ojo. (Viaje a la luna, 1902)



Recomendación: Ver Gravity en 3D, si se puede. 

FICHA TÉCNICA:
Director: Alfonso Cuarón 
Guion: Alfonso Cuarón y su hijo, Jonás Cuarón
Música: Steven Price
Fotografía: Emmanuel Lubezki
Montaje: Alfonso Cuarón y Marcos Sanger
Productora: W. Bros Pictures, Esperanto Filmoj, Heyday Films